“Una de las premisas del álbum fue cómo los hombres dicen cosas y lo que las mujeres escuchan. Para hacer eso, primero tuve que tener claro qué escucha y qué dice un hombre”. Lanzado en 2001, Strange Little Girls (SLG), el sexto álbum de Tori, es el producto de esta “premisa básica”. Su particularidad es que todas las canciones que lo integran son covers, lo que lo vuelve una verdadera y cautivante rara avis; por supuesto, lo cautivante es que no se trata simplemente de covers. En un giro profundamente conceptual, Tori toma canciones compuestas por artistas varones y las (re)interpreta a través de diversos personajes femeninos, cada uno de los cuales asume una canción y la procesa, la transforma, la invierte o la cuestiona, devolviendo un espejo asimétrico al que tanto hombres como mujeres pueden asomarse para reflexionar sobre la forma en que nos vemos y nos comunicamos.
Para armar el álbum, Tori recurrió a un “laboratorio de hombres”, “hombres heterosexuales, hombres homosexuales, todo tipo de hombres”, quienes aportaron las canciones más significativas para ellos:
Nosotras las mujeres tenemos nuestros libros y nuestros diarios y nuestras fotografías para documentar nuestras relaciones. Descubrí que muchos hombres tienen CDs como documentación de sus amores, de cuando perdieron un trabajo, cosas así. Y comencé a pensar, “Guau, este es su lenguaje” (...) Realicé este proyecto para que las mujeres puedan meterse en la cabeza de los hombres, para que los hombres puedan meterse en la cabeza de los hombres y de ahí de vuelta sobre el puente hacia la piel de las mujeres, y escuchar cómo ellas escuchan lo que [ellos] dicen. Creo que el intercambio es realmente vital para respetarnos mutuamente.
[Vancouver Sun, 8/11/2001]
Es un proyecto tan peligroso (...) No se trata de tu propio trabajo, donde tu ADN está en tus canciones y vos sos la mamá. Esto es algo que realmente tuve que encarar de otra manera. Tenés que admitir que estos hombres son las madres de las canciones. Acá yo no soy la madre. Pero lo que hallé sorprendente fue que con cada canción masculina venía intrínsecamente ligado un personaje femenino que tenía acceso a mí (...) Una mujer me dijo que este [álbum] es como mis pequeñas Naciones Unidas arquetípicas. Y quizá lo sea, porque si ves a las diferentes mujeres, algunas tienen la esencia de Afrodita, otras la de Deméter, otras la de Perséfone. Todo está ahí.
[The Boston Globe, 16/09/2001]
Es como ser un arquitecto que ve los planos de otro (...) Ves cómo la gente resuelve problemas que quizá vos no habrías resuelto de esa forma. Eso me fascina. Lo mismo pasó con la estructura sonora, meterse adentro de las canciones, descubrir sus secretos y cómo las estructuras armónicas se resolvían por sí mismas. En cierto modo, sin saberlo, se te contagia. Para mí fue una experiencia fascinante, llegar a conocer a las chicas de otros.
[MTV.com News, 23/09/2002]
El resultado de este proceso es un recorrido de 12 temas a lo largo del cual, para cada estación, un personaje femenino (a veces dos) toma el control y canta desde su perspectiva singular. Por si esto fuera poco, el álbum viene acompañado por 13 retratos fotográficos en los que Tori encarna a esos personajes. Y por si aún eso fuera poco, cada personaje posee su propia historia breve redactada nada menos que por Neil Gaiman. Comienza a comprenderse entonces por qué SLG no es solamente “un álbum de covers”, sino un verdadero trabajo musical-conceptual que nos obliga a explorar cada tema a partir de una rica red de personajes, asociaciones y cruces de perspectivas.
Siempre he encontrado fascinante cómo los hombres dicen cosas y cómo las mujeres las escuchan. Las palabras pueden herir y las palabras pueden sanar, y las dos cosas están incluidas en el álbum. He oído a un montón de gente decir: “Sólo son palabras, ¿qué le pasa a todo el mundo?” Pero las palabras son poderosas; las palabras son como armas. Tus huellas digitales no pueden ser borradas de tus palabras; simplemente dejás la escena del crimen cubierta de tinta. Cada persona debe hacerse responsable de sus palabras. Como escritores nosotros no podemos separarnos de lo que creamos. Todas estas canciones fueron creadas por poderosos forjadores de palabras, coincidas o no con ellos. Cada mujer [se refiere a los personajes con los que interpreta cada tema] se me acercó y me dijo: “Tengo un punto de vista sobre esta canción, [un punto] que quizá quieras conocer, que puede cambiar la forma en que escuchás su sentido”.
[Atlantic Records online, 2/07/2001]
-Realmente quise que mis versiones de aquellas canciones masculinas fueran “el verbo encarnado”, como en la Biblia. Al interpretar las letras desde un punto de vista femenino, tomé posesión de su simiente. [Si] Tomás la palabra de un hombre, tomás su simiente. Me metí en sus cabezas, y si daba vuelta sus palabras contra ellos, era jaque mate.
- ¿Les avisaste a esos hombres de tus planes? ¿Lou Reed, Eminem, Bob Geldorf, Joe Jackson, Neil Young...?
- No. Me contacté con sus compañías, para que estuvieran enterados. Pero no me acerqué a ellos personalmente. Eso se parecería demasiado a pedir permiso, y no quiero restarle poder a este proyecto a través de sus opiniones. Imagino que Lou Reed diría: “¡Qué idea loca! ¿Quién se cree que es?” Quizá también sea un asunto de autodefensa. A la mayoría de los hombres no les gusta si les mostrás un espejo. Así es como lo veo –comencé una relación con las hijas de esos compositores [se refiere a las canciones]. Y lo que importa son tus sentimientos hacia aquellos con quienes tenés una relación. Lo que mamá y papá piensen sobre eso no importa.
[Samsonic - septiembre/octubre 2001]
- He pensado mucho en estas mujeres [las canciones de SLG]... ¿De dónde vienen? ¿Qué les gusta? ¿En qué piensan? Al final, la imagen de estas mujeres era muy concreta. Incluso podía imaginar cómo se veían, y para el libro [del CD] me hice fotografiar en esos diferentes roles.
- ¿Cantás las letras originales?
- Sólo dejé afuera algunas palabras aquí y allá. Las [letras] originales se sostienen por sí solas... Las palabras siempre pueden lastimar y curar. Su poder es subestimado. Siempre escucho: “Bueno, sólo son palabras, probablemente no es lo que se pretende decir”. Pero las palabras son armas. Y los hombres lo saben muy bien. Pero rara vez asumen la responsabilidad.
[KulturSPIEGEL – septiembre de 2001]
Antes de pasar a las traducciones, aclaro dos cosas. En primer lugar, dado que en este álbum cada canción supone un complejo de elementos (letras, fotos e historias), la organización de cada entrada será la siguiente: debajo del título, en el que se indica el autor del tema original, va la foto del/los personaje/s femenino/s correspondiente/s, luego la historia breve escrita por Neil Gaiman, luego la letra, y finalmente los comentarios de Tori y/o propios. En segundo lugar, la interpretación de Tori suele suponer agregados, omisiones y otros cambios respecto de las letras originales; por lo cual aclaro que las traducciones que hago en este blog corresponden a las letras tal como Tori las canta, no como fueron compuestas originalmente. Para consultar las letras originales recomiendo entrar a Toriphoria.
Los dejo entonces en compañía de estas extrañas, pequeñas chicas. Crucen un puente. Tengan muy buenas noches.
-Realmente quise que mis versiones de aquellas canciones masculinas fueran “el verbo encarnado”, como en la Biblia. Al interpretar las letras desde un punto de vista femenino, tomé posesión de su simiente. [Si] Tomás la palabra de un hombre, tomás su simiente. Me metí en sus cabezas, y si daba vuelta sus palabras contra ellos, era jaque mate.
- ¿Les avisaste a esos hombres de tus planes? ¿Lou Reed, Eminem, Bob Geldorf, Joe Jackson, Neil Young...?
- No. Me contacté con sus compañías, para que estuvieran enterados. Pero no me acerqué a ellos personalmente. Eso se parecería demasiado a pedir permiso, y no quiero restarle poder a este proyecto a través de sus opiniones. Imagino que Lou Reed diría: “¡Qué idea loca! ¿Quién se cree que es?” Quizá también sea un asunto de autodefensa. A la mayoría de los hombres no les gusta si les mostrás un espejo. Así es como lo veo –comencé una relación con las hijas de esos compositores [se refiere a las canciones]. Y lo que importa son tus sentimientos hacia aquellos con quienes tenés una relación. Lo que mamá y papá piensen sobre eso no importa.
[Samsonic - septiembre/octubre 2001]
- He pensado mucho en estas mujeres [las canciones de SLG]... ¿De dónde vienen? ¿Qué les gusta? ¿En qué piensan? Al final, la imagen de estas mujeres era muy concreta. Incluso podía imaginar cómo se veían, y para el libro [del CD] me hice fotografiar en esos diferentes roles.
- ¿Cantás las letras originales?
- Sólo dejé afuera algunas palabras aquí y allá. Las [letras] originales se sostienen por sí solas... Las palabras siempre pueden lastimar y curar. Su poder es subestimado. Siempre escucho: “Bueno, sólo son palabras, probablemente no es lo que se pretende decir”. Pero las palabras son armas. Y los hombres lo saben muy bien. Pero rara vez asumen la responsabilidad.
[KulturSPIEGEL – septiembre de 2001]
Antes de pasar a las traducciones, aclaro dos cosas. En primer lugar, dado que en este álbum cada canción supone un complejo de elementos (letras, fotos e historias), la organización de cada entrada será la siguiente: debajo del título, en el que se indica el autor del tema original, va la foto del/los personaje/s femenino/s correspondiente/s, luego la historia breve escrita por Neil Gaiman, luego la letra, y finalmente los comentarios de Tori y/o propios. En segundo lugar, la interpretación de Tori suele suponer agregados, omisiones y otros cambios respecto de las letras originales; por lo cual aclaro que las traducciones que hago en este blog corresponden a las letras tal como Tori las canta, no como fueron compuestas originalmente. Para consultar las letras originales recomiendo entrar a Toriphoria.
Los dejo entonces en compañía de estas extrañas, pequeñas chicas. Crucen un puente. Tengan muy buenas noches.
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