1/7/10

SCARLET'S WALK (El paseo de Scarlet) - 2002




Este es el séptimo álbum solista de Tori. Y, como todos su álbumes, supone el despliegue de una nueva singularidad. Scarlet’s Walk es un disco fuertemente conceptual, que pide ser escuchado completo, siguiendo un hilo conductor: se trata de un road-trip, un viaje por los misterios de la tierra, la búsqueda de una mujer (en el sentido objetivo y subjetivo del genitivo), una pregunta por la identidad estadounidense, una reivindicación de lxs pueblos originarios masacradxs y explotadxs. En este último sentido, para mí, Scarlet’s Walk siempre me hizo acordar –con sus enormes distancias– al Taki Ongoy de Víctor Heredia.

“Escribí gran parte de Scarlet’s Walk mientras estaba de gira. Como saben, ese fue un momento muy extraño para estar de gira por Estados Unidos. Fue a finales de septiembre de 2001 –dos semanas después de que cayeran las [Torres] Gemelas. Y eso realmente comenzó a controlar mi inconsciente. Hacia el final de esa gira, vinieron a visitarme nativos americanos. De algún modo habían llegado a lo que yo estaba haciendo, y eso me resultó bastante intimidante. Y volvieron y amable y amorosamente me cantaron las cuarenta. Y dijeron “Mirá, creemos que estás escribiendo sobre nuestra madre espiritual, que es parte de tu trasfondo –entendemos que la gente de tu madre son Cherokees del este. Pero si vas a hablar sobre nuestra madre espiritual, entonces tenés que contar su historia”. Duele escuchar esas cosas, y es muy aleccionador. Pero allí fue cuando Scarlet llegó. Y no tuve esa experiencia en todas las giras. Esa fue una de las pocas en las que la mayor parte fue escrita ahí; en la ruta, de gira durante tiempos muy problemáticos”.

Cada canción corresponde a un tramo del viaje de Scarlet, por unos Estados Unidos a caballo entre lo sórdido y el ensueño:


Dice Neil Gaiman sobre Scarlet’s Walk: “Este CD es sobre Estados Unidos. Es una historia que también es un viaje, que comienza en Los Ángeles y atraviesa el país dirigiéndose lentamente hacia el este. Estados Unidos está allí, y lugares y cosas específicos, la historia de lxs nativos americanxs y pornografía y una chica en un avión que nunca llegará a Nueva York, y Oliver Stone y Andrew Jackson y la locura y mucho más. Por no dejar de mencionar a una chica llamada Scarlet, quien podría ser la tierra y podría ser una persona y podría ser un rastro de sangre”.

Iniciático como Little Earthquakes y suave como Under the Pink, Scarlet’s Walk despliega una sensibilidad muy diferente a la de discos más fuertes (pero no menos intensos) como Choirgirl. Hay algo en el sonido de Scarlet’s Walk que arrastra, nos lleva como la corriente de un río, cargado de dolor y de calma, a plena luz del sol, bajo murmullos. De alguna manera, para mí, este disco marca el fin de un ciclo musical de Tori y el comienzo de la transición hacia un período más luminoso y menos dramático, menos torturado y, quizá, menos interesante (nunca volví a escuchar ningún disco de los que vino después con la misma intensidad con la que escucho todos los que vinieron hasta Scarlet’s Walk incluido). Por eso quiero mucho a este trabajo de Tori, a su camino de declives, con su nostálgica, frágil, fugaz belleza.

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